"...libros sobre los crímenes de Stalin, como Koba el terrible (Koba fue el primer alias de Stalin), el brillante y polémico ensayo del novelista Martin Amis recentísimamente publicado en Inglaterra, provocan verdaderas tormentas intelectuales y literarias. Aquella cifra global de 100 millones podrá ser -ya lo ha sido- discutida, ponderada, matizable. Pero la realidad está ahí: la represión de Stalin -20 millones de muertos, que nadie ha rectificado jamás-...
El hecho, en cualquier caso, no es una mera cuestión cuantitativa, un problema de cifras. No es tampoco un debate estrictamente histórico. Es ante todo un problema moral. Precisamente por las dos razones, ambas capitales, que Amis aduce en su ensayo: primero, porque, pese a su enormidad, los crímenes comunistas no forman parte de la conciencia pública; segundo, porque el silencio de los intelectuales ante aquellos, la indulgencia, si no complacencia, con que aún se contemplan la militancia comunista en el pasado y los mismos símbolos comunistas (banderas, himnos, nombres, mitos), constituyen una de las más graves «lagunas» morales del siglo XX. Parecería, en efecto, como si todos hiciéramos nuestro el aforismo de Stalin: que la muerte de una persona es una tragedia, y la muerte de un millón, mera estadística." (Faltando mencionar, los "socios" chinos, cubanos, peruanos,yugoeslavos, alemanes democráticos, etcéteras).
"Así es, o eso me parece, como se contempla las más de las veces esa cifra de los cien millones de muertos: sin emoción alguna, con frialdad objetiva, como un simple dato empírico (ignorando lo que conllevó: torturas brutales, campos de concentración, ejecuciones en masa, linchamientos, limpiezas étnicas)."
¿Que tiene de particular con Chile Koba o mejor conocido como Stalin, pues que este sujeto no fue un loco, ni un fanático, sino que fue como cualquier otro izquierdista, adorado y respetado por lideres chilenos que aún viven y otros que ya murieron, poetas, senadores y diputados chilenos, izquierdistas que cuando murió le rindieron homenaje y pleitesía al "padre de los trabajadores". Esa es la mentalidad del izquierdismo, producto de una ideología trasnochada, pero efectivista y diabólica. Tal como dice el ensayista y se aplica totalmente a la izquierda chilena, parafraseando: "Los crímenes de la izquierda chilena no forman parte de la conciencia publica...torturas, tomas, suicidios provocados, asesinatos,mutilaciones de niños,mujeres, trabajadores,, robos, destrucción, hechos acaecidos en nuestro suelo, y cometidos por la izquierda...no cuentan todas son parte de "una lucha por imponer un ideal"... "A 'onde...
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