martes, 6 de mayo de 2008

Koba "el terrible".

"...libros so­bre los crímenes de Stalin, como Koba el terri­ble (Koba fue el primer alias de Stalin), el bri­llante y polémico ensayo del novelista Martin Amis recentísimamente publicado en Inglate­rra, provocan verdaderas tormentas intelectua­les y literarias. Aquella cifra global de 100 millo­nes podrá ser -ya lo ha sido- discutida, ponde­rada, matizable. Pero la realidad está ahí: la re­presión de Stalin -20 millones de muertos, que nadie ha rectificado jamás-...
El hecho, en cualquier caso, no es una mera cuestión cuantitativa, un problema de cifras. No es tampoco un debate estrictamente históri­co. Es ante todo un problema moral. Precisa­mente por las dos razones, ambas capitales, que Amis aduce en su ensayo: primero, porque, pese a su enormidad, los crímenes comunistas no forman parte de la conciencia pública; segundo, porque el silencio de los intelectuales ante aquellos, la indulgencia, si no complacencia, con que aún se contemplan la militancia comunista en el pasado y los mismos símbolos comunistas (banderas, himnos, nombres, mitos), constituyen una de las más graves «lagu­nas» morales del siglo XX. Parecería, en efecto, como si todos hiciéramos nuestro el aforismo de Stalin: que la muerte de una persona es una tragedia, y la muerte de un millón, mera esta­dística." (Faltando mencionar, los "socios" chinos, cubanos, peruanos,yugoeslavos, alemanes democráticos, etcéteras).

"Así es, o eso me parece, como se contem­pla las más de las veces esa cifra de los cien millones de muertos: sin emoción alguna, con frialdad objetiva, como un simple dato empíri­co (ignorando lo que conllevó: torturas bruta­les, campos de concentración, ejecuciones en masa, linchamientos, limpiezas étnicas)."
¿Que tiene de particular con Chile Koba o mejor conocido como Stalin, pues que este sujeto no fue un loco, ni un fanático, sino que fue como cualquier otro izquierdista, adorado y respetado por lideres chilenos que aún viven y otros que ya murieron, poetas, senadores y diputados chilenos, izquierdistas que cuando murió le rindieron homenaje y pleitesía al "padre de los trabajadores". Esa es la mentalidad del izquierdismo, producto de una ideología trasnochada, pero efectivista y diabólica. Tal como dice el ensayista y se aplica totalmente a la izquierda chilena, parafraseando: "Los crímenes de la izquierda chilena no forman parte de la conciencia publica...torturas, tomas, suicidios provocados, asesinatos,mutilaciones de niños,mujeres, trabajadores,, robos, destrucción, hechos acaecidos en nuestro suelo, y cometidos por la izquierda...no cuentan todas son parte de "una lucha por imponer un ideal"... "A 'onde...

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